Uncoartrosis cervical: qué es, principales síntomas y tratamiento

La uncoartrosis es una condición que a su vez es el resultado de alteraciones causadas por una artrosis en la columna cervical, en la que los discos intervertebrales van perdiendo su elasticidad debido a la pérdida de agua y nutrientes, tornándose cada vez más finos y menos resistentes a los movimientos, lo que facilita su ruptura. 

Estas alteraciones que surgen en los discos intervertebrales provocan reacciones óseas en las vértebras adyacentes, ocasionando la formación de picos de loro, que es una especie de defensa del organismo, la cual promueve el crecimiento del hueso con el objetivo de volver la columna vertebral más resistente. 

Este hueso “extra” tiende a fusionar las vértebras, presionando regiones delicadas de la columna, como la médula espinal y los nervios, causando hipertrofia de los ligamentos y de otras articulaciones de la columna vertebral. 

Cuáles son los síntomas

Los síntomas más comunes que pueden manifestarse en personas con uncoartrosis cervical son: dolor, sensación de hormigueo en los brazos, debilidad muscular y temblores y dificultad para mover el cuello debido a la pérdida de la amplitud articular en la región cervical. 

Posibles causas

Entre las causas que pueden originar la uncoartrosis cervical están: factores genéticos y hereditarios, lesiones en la región, uso del cigarro, envejecimiento, tener alguna ocupación o hobbie que implique movimientos repetitivos o trabajos pesados, o exceso de peso; lo cual puede ejercer presión extra en la columna, dando como resultado el desgaste precoz. 

En qué consiste el diagnóstico

Para realizar el diagnóstico de la enfermedad, el médico puede llevar a cabo un examen físico y hacer ciertas preguntas a la persona para entender cuáles son los signos y síntomas que siente. 

Asimismo, puede incluso recurrir a exámenes como radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética o electromiografía, por ejemplo. 

Cómo es realizado el tratamiento

Generalmente, el tratamiento es realizado con medicamentos analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares, pudiendo incluso complementarse con suplementos de sulfato de glucosamina y sulfato de condroitina, los cuales ayudan a fortalecer las articulaciones. Conozca cómo funciona la glucosamina y la condroitina y cómo tomarlas. 

Además de eso, la persona debe permanecer en reposo el mayor tiempo posible y el médico puede incluso recomendar sesiones de osteopatía o fisioterapia. Asimismo, la práctica de ejercicio físico moderado también puede ser beneficiosa, siempre que sea realizada bajo orientación de un profesional calificado, como fisioterapeuta, profesor de educación física o fisiatra. 

En casos más graves, en los que hay compresión sobre la médula o raíces nerviosas, el médico puede recomendar la realización de una cirugía con el objetivo de liberar estas estructuras nerviosas y estabilizar la columna vertebral. 

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